Me había pasado casi toda la noche despierta, después de todo el susto era incapaz de conciliar el sueño, por no hablar del dolor que me hacía la herida cuando me quería mover aunque fuera un poquito. La verdad es que no me quería ni imaginar que hubiera sucedido de no ser por Luke, le debía una y muy grande, aunque lo único que podía hacer era agobiarle dándole las gracias cada vez que se pasaba por aquí. Me recosté un poco, quedándome sentada sobre la cama con la espalda apoyada en la almohada. Miré hacia un lado, viendo a Griff y a Trish completamente dormidos y no pude evitar sonreir ligeramente. Lo tenían que haber pasado fatal también, no sabría que haría sin ellos, siempre estábamos juntos para todo y si ellos estaban mal, yo también. Fruncí el cejo y miré rápidamente hacia la puerta cuando escuché unos pasos. No sabía que hora era, pero parecía ser temprano para que hubiera gente levantada, o al menos eso me parecía a mi... Sería alguien yendo al baño o a alguna maquina expendedora, a saber, aunque en toda la noche no había notado a nadie pasar por aquí. Vi como pasaba por delante de la puerta, la cual estaba entreabierta y me dejaba ver un poco del pasillo, entonces me fijé en que se trataba de Connor. Sonreí ampliamente, ya que justamente a él no había tenido la ocasión de agradecerle lo de anoche - Eh, Connor... ¡Connor! - le llamé en voz baja, esperando que me oyera, no quería despertar a mis hermanos.
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